Frantisek Kupka.
Ricardo Cabrera
La dama ante el espejo
Como en embriagadora especería
desata sin ruido en la fluidez clara
del espejo sus fatigados gestos;
e introduce allí su sonrisa.
Y aguarda hasta que de todo eso ascienda
el líquido; luego vierte el cabello
en el espejo y, alzando los hombros
maravillosos del traje de noche
bebe callada de su imagen. Bebe
lo que una amante en éxtasis bebiera,
inquiriendo desconfiada, y hace
un guiño a su doncella, si ve luces
sobre el fondo del espejo, roperos,
y lo turbio de una hora trasnochada.
Rilke
Frank Dicksee
Dante Gabriel Rossetti
Desnuda
me miro en el espejo perturbable.
No tengo rostro
mi signo del zodiaco es el desorden.
Sola estoy
cuando podría ser otra vez el lento
obstinado presagio de tus dedos.
Este es sólo el exordio del placer.
Después vendrá la imagen de tu boca
atravesando un claro en la arboleda.
Vendrá la llama tibia como el gato.
Oscura la garganta se tragará tu nombre
oscuro de saliva.
Vendrán la lengua y tus rodillas.
Escucha cómo suena el otoño en las ingles:
gástame el vientre
exacerba mi boca
altera mi silueta
rasga esta tarde hasta la pura muerte
degrada este silencio
denso como una zorra
devasta quiebra
asola mi virtual desatino.
Sólo imaginación.
Sólo un espejo.
La humedad que te grita desde el bosque.
Poema Amatorio
de Carmen Villoro
Silva Vazquez
Hambourg
Tiziano
Pedro Pablo Rubens
Paul Signac
Paul Delvaux
Ludovico Carracci
Juan Barjola
Luis Molleda
Una mujer en el espejo
Me asustan los reflejos, el blanco de tus manos,
la noche sin persianas.
¿Sabes?
Conozco
tu piel
de camarones;
tu voz
de sepia clara;
y tus dedos:
dedos perfectos, redondos, limados.
¿Sabes?
Saboreo
tu soledad
resbalando en la ventana,
y
creo
que es sublime
la desnudez de una mujer en el espejo
que desafía tiempos
sin palabras.
María Milagros Roibón
James McNeill Whistler
Ernst Ludwig Kirchner
Enrique Vidal Abascal
Sir Edward Coley Burne-Jones
Mariano Fortuny
De Carmensabes poesia y arte
Ricardo Cabrera
La dama ante el espejo
Como en embriagadora especería
desata sin ruido en la fluidez clara
del espejo sus fatigados gestos;
e introduce allí su sonrisa.
Y aguarda hasta que de todo eso ascienda
el líquido; luego vierte el cabello
en el espejo y, alzando los hombros
maravillosos del traje de noche
bebe callada de su imagen. Bebe
lo que una amante en éxtasis bebiera,
inquiriendo desconfiada, y hace
un guiño a su doncella, si ve luces
sobre el fondo del espejo, roperos,
y lo turbio de una hora trasnochada.
Rilke
Frank Dicksee
Dante Gabriel Rossetti
Desnuda
me miro en el espejo perturbable.
No tengo rostro
mi signo del zodiaco es el desorden.
Sola estoy
cuando podría ser otra vez el lento
obstinado presagio de tus dedos.
Este es sólo el exordio del placer.
Después vendrá la imagen de tu boca
atravesando un claro en la arboleda.
Vendrá la llama tibia como el gato.
Oscura la garganta se tragará tu nombre
oscuro de saliva.
Vendrán la lengua y tus rodillas.
Escucha cómo suena el otoño en las ingles:
gástame el vientre
exacerba mi boca
altera mi silueta
rasga esta tarde hasta la pura muerte
degrada este silencio
denso como una zorra
devasta quiebra
asola mi virtual desatino.
Sólo imaginación.
Sólo un espejo.
La humedad que te grita desde el bosque.
Poema Amatorio
de Carmen Villoro
Silva Vazquez
Hambourg
Tiziano
Pedro Pablo Rubens
Paul Signac
Paul Delvaux
Ludovico Carracci
Juan Barjola
Luis Molleda
Una mujer en el espejo
Me asustan los reflejos, el blanco de tus manos,
la noche sin persianas.
¿Sabes?
Conozco
tu piel
de camarones;
tu voz
de sepia clara;
y tus dedos:
dedos perfectos, redondos, limados.
¿Sabes?
Saboreo
tu soledad
resbalando en la ventana,
y
creo
que es sublime
la desnudez de una mujer en el espejo
que desafía tiempos
sin palabras.
María Milagros Roibón
James McNeill Whistler
Ernst Ludwig Kirchner
Enrique Vidal Abascal
Sir Edward Coley Burne-Jones
Mariano Fortuny
De Carmensabes poesia y arte