27/2/12

Mara Light, resplandor en el lienzo


• Mara Light nació en 1970 en Brooklyn, Nueva York.
• Su recorrido artístico se inició temprano, se puede decir que lo mamó desde el seno materno y se reafirmó durante su infancia. Su madre era una destacada pintora en Nueva York, mientras que su padre era un afamado fotógrafo, que había estudiado en el Art Center College de Diseño y directamente con el gran fotógrafo Bernice Abbott.
• Sus padres iluminaron pues, su irremediable y luminoso camino hacia la pintura.






• En sus años de escuela secundaria, empezó a entender el poder extraordinario que el arte tendría en su vida.
• "El arte era una forma de escapar a mi propio mundo, un lugar donde la belleza y las emociones profundas tenía una voz. Era más fácil pintar una emoción que describirla con palabras".




• Mara terminó su formación universitaria en 1993, eso sí con cierta amargura, pues la Facultad de Bellas Artes despreciaba el arte figurativo y ensalzaba a los creadores de arte conceptual.
• Sin embargo Mara ama el arte figurativo y a él se dedicará en cuerpo y alma, así se sintió reconocida plenamente en el Centro de Arte de Brentwood, donde trabaja desde 1999 y en el que se siente aceptada y comprendida.
• Dentro de su interés por la figura, Mara se siente especialmente atraída por la forma femenina, usando la luz para revelar el estado de ánimo que quiere transmitir.
• En los últimos años, Mara ha desarrollado un ideario de trabajo que es a la vez profundamente conmovedor y evocador de las cualidades emocionales y de la belleza de cada sujeto.


• Dentro de este género, Mara está en constante evolución y dedicada a la creación de pinturas que se mantienen frescas e innovadoras.
• Su obra se exhibe en galerías, eventos de ayuda a los necesitados y ha sido encargada por decenas de coleccionistas privados y públicos.
• En la actualidad Mara compone en su estudio en Pittsburgh, Pennsylvania.



• Nunca pensé que en una vida se pudiera
• vivir dos veces. Retornar a casa,
• vestir de nuevos las habitaciones,
• apuntalar el corazón en el jardín,
• decirte buenos días, y que sea cierto,
• escuchar esa música que es nueva,
• las notas de tus pasos diminutos
• a media noche en el pasillo,
• decirte amor a ti, de quien apenas sé nada,
• amor mío, y que sea cierto.
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Antonio Aguilar Rodríguez, enlace a su página




















• A media tarde dejas que la luz
• roce tu piel, que deje el oro espurio
• de sus manos de trigo
• sobre tu cuerpo.
• Tan sólo un poco más de luz,
• te dices, de esta luz benigna,
• para dejar el mundo de las sombras
• cuando se abre de par en par la noche.
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Antonio Aguilar Rodríguez, enlace a su página