20/11/10

De Gonzalo Rojas



Gonzalo Rojas, poeta chileno nacido en 1917, nos seduce con sus apasionados versos, la carne y el espíritu se conjugan para deleite de cuantos admiramos sus poemas. El deseo, el marcado erotismo que desprenden sus letras nos trasladan a algún lugar en los que amamos, y nuestros cuerpos conjugaron la esencia de entregarse sin restricciones. CARTA DEL SUICIDA
• Juro que esta mujer me ha partido los sesos,
• Por que ella sale y entra como una bala loca,
• Y abre mis parietales y nunca cicatriza,
• Así sople el verano o el invierno,
• Así viva feliz sentado sobre el triunfo
• Y el estomago lleno, como un cóndor saciado,
• Así padezca el látigo del hambre,
• así me acueste
• O me levante, y me hunda de cabeza en el día
• Como una piedra bajo la corriente cambiante.
• Así toque mi citara para engañarme, así
• Se habrá una puerta y entren diez mujeres desnudas,
• Marcadas sus espaldas con mi letra, y se arrojen
• Unas sobre otras hasta consumirse.
• Juro que ella perdura porque ella sale y entra
• Como una bala loca,
• Me sigue a donde voy y me sirve de hada.



EL FORNICIO
• Te besaré en la punta de las pestañas y en los pezones,
• te turbulentamente besara,
• mi vergonzosa, en esos muslos
• de individua blanca, tacara esos pies
• para otro vuelo más aire que ese aire
• felino de tu fragancia, te dijera española
• mía, francesa mía, inglesa, ragazza,
• nórdica boreal, espuma
• de la diáspora del Génesis... ¿Qué más
• te dijera por dentro?
• ¿griega,
• mi egipcia, romana
• por el mármol?
• ¿fenicia,
• cartaginesa, o loca, locamente andaluza
• en el arco de morir
• con todos los pétalos abiertos,
• tensa
• la cítara de Dios, en la danza
• del fornicio?
• Te oyera aullar,
• te fuera mordiendo hasta las últimas
• amapolas, mi posesa, te todavía
• enloqueciera allí, en el frescor
• ciego, te nadara
• en la inmensidad
• insaciable de la lascivia,
• riera
• frenético el frenesí con tus dientes, me
• arrebatara el opio de tu piel hasta lo ebúrneo
• de otra pureza, oyera cantar las esferas
• estallantes como Pitágoras,
• te lamiera,
• te olfateara como el león
• a su leona,
• para el sol,
• fálicamente mía,
• ¡te amara!